Errantes, frente a la noche solos. Con la palabra como única compañía. La palabra hecha canto. La palabra como salvación, como catarsis. Mientras la luz nos niegue.

domingo, 10 de diciembre de 2017

MÍA Y LA TARDE: SOLILOQUIOS

Cruzo las calles de esta ciudad de paso.
Huyo de ti de mí,
del abismo de asfalto que separa
tu destino y el mío.
Gritas mi nombre y no te digo adiós.
Sobran las despedidas.

Ojalá que mi ausencia despierte tu mirada,
te levantes mañana y agradezcas la dicha
de habernos conocido un lunes de tormenta,
tendidos junto al fuego,
al calor del instante.



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