(Frente al espejo)
Poso frente a ti
y me niegas tres veces.
Rompes en mil pedazos
aquella desnudez adolescente.
Mantienes la mirada
y me envuelvo en tus fríos,
y recubres mi piel
de una muerte más lenta.
Apenas te conmueves.
No es preciso fingir,
yo no te culpo.
Sellemos con un pacto la contienda:
acéptame cual soy,
sin maquillaje.
Y encontraré la paz
que escapa al tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario