Errantes, frente a la noche solos. Con la palabra como única compañía. La palabra hecha canto. La palabra como salvación, como catarsis. Mientras la luz nos niegue.

lunes, 26 de diciembre de 2016

MÍA Y LA TARDE: SOLILOQUIOS

Cae a trozos la noche...

Engañosa quimera que repta por las sábanas,
lengua que lame los párpados rendidos,
fantasma que entrecierra la losa de la carne
y devora en su beso.

Mientras la estrella,
errante por ciegos callejones,
desciende con el traje de luto.
Se apagará su estela, y tornará felina
al maullido sin voz de los tejados,
al festín del escombro,
al aliento empedrado del mendigo.

Cae a trozos la noche...

No hay luna,
no hay letargo para dormir sin tiempo,
no hay embrujo con que hartarse de idilios,
no hay ídolos que acunen el insomnio.
Hay noche, solo noche:
un presagio de cielo a la deriva.















No hay comentarios:

Publicar un comentario

Visitas al blog