Errantes, frente a la noche solos. Con la palabra como única compañía. La palabra hecha canto. La palabra como salvación, como catarsis. Mientras la luz nos niegue.

lunes, 20 de marzo de 2017

MÍA Y LA TARDE: SOLILOQUIOS

En tardes como esta
la soledad respira, como un perro dormido,
junto a mí. Me acompaña.
Aguarda el silencio del mundo para lamer mis sienes,
recorrer las hojas de una agenda que oculta
un lugar y una fecha,
un renglón sin historia.

Podría escribir tu nombre
y en un papel cualquiera devolverte a la vida.
Mas la memoria quiere perderse entre la niebla.

Aún me sobra el dolor.

Puede que un día,
cuando el tiempo disponga
una manera nueva de habitar la distancia,
retornes a las notas de mi canto.
Algún día,
cuando el tiempo disponga.
Cuando, al fin,
no te olvide.

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