Hoy
deja un hueco vacío.
Escapó sin ruido de las manos del tiempo,
en la hora más negra,
cuando todo es olvido.
Hoy,
como agua que corre,
como río que tiembla hacia el mar de su muerte,
como nieve perpetua en la copa del frío,
se vistió de ruinas,
y un viento de murallas pobló con sus despojos
la huella que lo ofende.
Se vistió de ruinas.
Y crujió como piedra en las sienes del aire.
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