Errantes, frente a la noche solos. Con la palabra como única compañía. La palabra hecha canto. La palabra como salvación, como catarsis. Mientras la luz nos niegue.

domingo, 24 de septiembre de 2017

MÍA Y LA TARDE: SOLILOQUIOS

Pronto, muy pronto,
mudaremos el traje que nos viste,
cambiaremos el corazón de sitio,
brotaremos al soplo que no cesa:
huracán de plumas
que nos mueve en sus cimbres.

Entonces pensaremos que nada fue real,
que todo fue un pasar entre tinieblas.
Podremos emprender la caminata temprano,
cuando el deseo se aloje en cada instinto
y arrecien madrugadas donde aventar querencias.
Besaremos la tierra que guía y nos sustenta
y partiremos hacia cualquier destino,
Poeta y Hombre juntos.
Y marcharemos firmes, con la mirada fija,
allá,
donde la luz alcance a alumbrar libertades,
donde la luz oriente los comienzos.



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