Errantes, frente a la noche solos. Con la palabra como única compañía. La palabra hecha canto. La palabra como salvación, como catarsis. Mientras la luz nos niegue.

sábado, 27 de enero de 2018

MÍA Y LA TARDE:SOLILOQUIOS

Hoy no ha venido nadie.

La puerta está cerrada. Nada se escucha.
El perro duerme junto a mis pies.
Hay polvo en los estantes
y un rumor de ascensores.
El orden, la rutina, ocupan su lugar.
Todo tiene su sitio.

Y ocurre que me canso de esta calma obligada.
El teléfono, a veces, es un guardián celoso.
Solo un libro prestado, mutilado en sus páginas,
ofrece un final feliz.

Y ocurre que me canso de esta calma.
¿Habrá razón alguna para la queja?

Quién podrá responder, dar sentido a la duda...

Hoy no ha venido nadie. Y sobran las preguntas.

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