Errantes, frente a la noche solos. Con la palabra como única compañía. La palabra hecha canto. La palabra como salvación, como catarsis. Mientras la luz nos niegue.

domingo, 30 de abril de 2017

MÍA Y LA TARDE. SOLILOQUIOS

Erguida frente a mí,
la pared, desconchada,
me adentra en sus paisajes.

Apuro el cigarrillo
y un café sin azúcar.
Me acomodo ante ella.
En el vagar del tedio
me mira, y yo la miro.
Tantas veces las horas
clavaron en mis ojos
la altivez de sus muros,
que hasta puedo tocarla
y escribir sin temor
mi nombre en los resquicios
de una albura insolente:
"Mía desde la espera,
y hacia la espera, sola".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Visitas al blog